LOS PRIMEROS ROSTROS DE TARTESO

El Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid acaba de incorporar a su exposición temporal Los últimos días de Tarteso las cinco esculturas de rostros humanos en piedra aparecidas este mismo año en el yacimiento extremeño de Casas del Turuñuelo. El hallazgo de Los primeros rostros de Tarteso ha supuesto un acontecimiento cultural de primer orden por lo que la incorporación de la vitrina con estas fabulosas figuras representa una oportunidad única de admirar en vivo uno de los más importantes hallazgos recientes para la arqueología española.

Las esculturas, exhibidas gracias a la cesión temporal por parte de la Junta de Extremadura y del Museo Arqueológico Provincial de Badajoz, podrán contemplarse en Alcalá de Henares hasta el 24 de septiembre, fecha de finalización de la exposición.

Los primeros rostros de Tarteso, fascinantes por la delicadeza de sus rasgos físicos y la originalidad de sus tocados, pudieron pertenecer a personajes divinos o humanos y fueron fabricadas con un estilo artístico muy similar. Las piezas halladas se componen de varios fragmentos de escultura correspondientes a cinco cabezas que formarían parte de un relieve, dos de ellas en muy buen estado de conservación a pesar de haber sido destruidas y haber estado sometidas a los rigores del incendio del santuario del Turuñuelo cuando este fue abandonado. El descubrimiento de estos rostros tallados en piedra ha supuesto además un cambio de paradigma ya que se trata de la primera representación humana del mundo tartésico, considerada hasta ahora una cultura anicónica, es decir, sin representaciones de la figura humana.

Hay que recordar que Los últimos días de Tarteso, la muestra que ahora se enriquece con la incorporación de estos rostros humanos, es la primera gran exposición dedicada a la civilización tartésica. A través de sus 248 piezas, ahora 253, ofrece una visión integral sobre esta cultura legendaria y permite recorrer el suroeste de la península en aquel periodo histórico, mostrando la transformación que para ese territorio supuso la influencia de las tradiciones orientales llegadas por el Mediterráneo para la evolución de la cultura indígena. Un recorrido excepcional desde sus orígenes hasta su desaparición a partir del s. VI a.C.

Precisamente el símbolo del colapso de esta civilización es la hecatombe, tras un banquete ritual, aparecida en el patio central de Casas del Turuñuelo, reconstruido a escala 1:1 para los visitantes de la exposición y que sirve como colofón a la misma. El estudio de este yacimiento, un templo palacial aparecido en el año 2015 en el Valle del Guadiana, está revolucionando el conocimiento de esta época, tanto por la propia arquitectura del edificio como por los innumerables objetos y materiales de origen oriental y mediterráneo aparecidos en el mismo. Buena parte de ellos pueden verse en la exposición, ahora acompañados por estas nuevas esculturas enigmáticas y asombrosas, Los primeros rostros de Tarteso.

Los primeros rostros de Tarteso
(incorporación extraordinaria a la exposición Los últimos días de Tarteso)
Hasta el 24 de septiembre
Entrada gratuita

Visitas guiadas fines de semana y festivos (reservas en el 91 879 66 66)  

 

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